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​​El contexto que enmarca la realización de este proyecto se comprende en la Plena y Baja Edad Media. Período comprendido entre los siglos XII y XV. En Europa se produce un cambio sustancial: las ciudades, en rápido crecimiento, irán remplazando a los monasterios como centros culturales y las universidades urbanas, dominadas por la escolástica, comienzan a crear una élite de cultura elevada.
En la Plena Edad Medía la belleza pasa a ser un concepto secundario, subordinado a la capacidad comunicativa de las imágenes. No interesa la belleza de las formas, sino su expresividad. Se trata de una idea relacionada con el fin didáctico del arte del momento. El pueblo es analfabeto en su gran mayoría, el oficio eucarístico se ofrece en una lengua que muy pocos entienden, por lo que se opta por la didáctica visual a través de las obras que decoran los templos. Tres principios se valoraron principalmente en las obras de arte:
Perfección técnica: reservada a la maestría del artífice y a su dominio y disciplina en la manipulación de los materiales. La destreza, en una cultura basada fundamentalmente en el trabajo manual, fue considerada como un valor en sí mismo.
En el mundo espiritual de la Edad Media al artista se le negaba la cualidad de la creatividad, si bien se apreciaba su maestría, su disciplina manual, su ejecución.
Uso de materiales preciosos. Se valorará el empleo de metales nobles, como el oro y la plata, junto a la profusión de piedras preciosas, perlas o los esmaltes.
Como consecuencia de este hecho, los templos cristianos se convirtieron en verdaderos tesoros por el valor material de sus ajuares litúrgicos. Así se recoge en los escritos del Abad Suger de Saint-Denis; que pone al servicio de Dios, para su culto y reverencia, los dones más preciados de la naturaleza: "Confieso, dice el abad Suger, que las cosas más costosas, las más caras deben servir, primero y ante todo, para la administración de la Sagrada Eucaristía”. Esta actitud fue contestada por importantes movimientos religiosos.
Desde el punto de vista estético podría decirse que el dorado dota a la obra de unas connotaciones espirituales; es una manera de proclamar que esa entonación cromática crea el ambiente simbólico propio de la realidad metafísica de la otra dimensión.
Impacto emocional: Las imágenes debían impactar en la conciencia del fiel, conmoverlo para provocar una actitud específica: piedad, compasión, amor, etc.; generar una actitud emocional.
Las artes plásticas (arquitectura, escultura y pintura) fueron separadas de las demás y consideradas en contextos totalmente diferentes; a los pintores se les agrupó frecuentemente con los farmacéuticos y a los escultores con los orfebres o con los albañiles. Esta evolución general contribuyó a relegar y oscurecer el concepto de Bellas Artes.

Contexto Marco teórico crítico

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